¿Qué es EGEO?

Un lugar y un no lugar.

Comenzó siendo un juego de palabras: Estrategias para la Gestión Educativa y Organizacional.

Ahora es un mar intensamente azul donde las ideas se deslizan, suaves.

domingo, 12 de agosto de 2012

Nuevas Tecnologías en la Cabeza


Desde hace años me pregunto acerca de la relación entre las nuevas tecnologías y la educación. Creo que mi acercamiento a las nuevas tecnologías, en sí mismas o para facilitar algunas comprensiones en las actividades de enseñanza me son familiares, amigables y no tengo mayor dificultad en acceder a nuevos modos de abordaje o de redefiniciones o usos.
Desde hace años investigo algunos de los impactos subjetivos de las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación en los docentes y, por ende, de qué modos aleatorios o intencionales estos impactos subjetivos tienen alguna relación con la constitución de la subjetividad de los jóvenes, en sus modos de apropiación del conocimiento y en sus modos de aprender y construir nuevos saberes.
Me pregunto si estas nuevas tecnologías realmente permiten formar (o ayudar a formar)  un ciudadano, un joven, un estudiante crítico, participativo, que busque comprender los fenómenos, los acontecimientos que se le presentan y no los naturalice como si se tratase de algo dado.
Intuyo, supongo, imagino y sigo preguntándome.

Hoy, sin embargo, tuve un duro golpe. Un golpe que vino de la mano de mi hija menor, que tiene 6 años.

Esta tarde, me senté un rato con los chicos a jugar a la Play. Un juego muy interesante que tiene distintos objetivos, mundos que hay que atravesar para llegar a otros nuevos mundos, trabajo  a la vez individual y cooperativo: los personajes que participan de las misiones deben ir juntos, esperarse, ayudarse. Un juego realmente interesante, para analizar con tranquilidad.
Cuando mis hijos me invitaron a jugar, tuve varias dificultades, la mayoría de ellas motrices, que podrían resumirse en  mi inexperiencia con el manejo del  joystic.

Durante el almuerzo conversábamos sobre el  juego, compartíamos - entre los cuatro- las características y los momentos de mayor tensión,  la dificultad de los niveles, los logros y los premios obtenidos en cada reto. En el devenir de esas disquisiciones domingueras y después de escuchar atentamente la charla entre mis dos hijos (creo que dije que la menor tiene seis años y el mayor ocho) se  me ocurrió decir que esa parte que ellos decías estaba “buenísima” era muy difícil.

En ese momento, con total naturalidad y sin levantar la cabeza del plato mi hija me dijo literalmente: “es que…. mamá…. vos no tenés  en el cerebro esas nuevas tecnologías” y se señalaba
la cabeza.

Cómo que no, me pregunté inquieta, cómo que no!! ¿no me dedico a eso, acaso? ¿no me preocupan, justamente, esos temas? ¿no trabajo sobre esas cuestiones?

No sé,  tal vez Ágata tenga razón y yo no comprenda realmente las cosas de esas nuevas tecnologías.



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